VIÑEDOS DAÑADOS POR HELADAS

¿QUÉ DEBEMOS HACER CON UN VIIÑEDO AFECTADO POR HELADA?

Decidir qué hacer, dependerá fundamentalmente del momento del ciclo del cultivo en que se produzca la helada y de la intensidad de daños provocada por la misma.

BROTACIÓN Si la helada ocurre cuando el viñedo ha iniciado recientemente su brotación, los brotes son de pocos centímetros e incluso hay yemas sin brotar, el viticultor no deberá tocar los brotes afectados sino que debe esperar a que evolucionen las yemas que todavía no han brotado.

¿Q u é H a c e r ?

FERTILIZACIÓN: De no haberse realizado previamente una fertilización, incorporar fertilizantes nitrogenados como urea, nitrato de amonio o sulfato de amonio para estimular el buen crecimiento y desarrollo de los nuevos brotes.

POSTBROTACIÓN-FLORACIÓN
Cuando la helada ocurre una vez que el cultivo se encuentra con la totalidad de las yemas brotadas o incluso con brotes bien desarrollados portando inflorescencias en formación, los daños pueden ser parciales, afectando por ejemplo solamente la extremidad de los brotes actuando en este caso como un simple pellizco o despampanado sin mayores consecuencias, o directamente totales. Ante esta última situación el productor tomará la decisión de podar o no hacerlo, no obstante la planta recuperará su follaje por la brotación de sus contrayemas, bourillones, yemas casqueras e incluso yemas de madera vieja.
Algunos especialistas recomiendan, cuando casi la totalidad de los brotes afectados ya están bastante desarrollados e incluso con inflorescencias, podar los cargadores rebajándolos a 3 o 4 yemas o directamente formar con los mismos pitones de 2 yemas. Procediendo de esta manera, se estimula la brotación de los bourrillones no brotados y de las yemas ciegas que si no han sido dañadas pueden resultar fructíferas siempre y cuando se trate de una variedad de yemas ciegas fértiles. Con esto también se estimula la brotación de las yemas casqueras, que aunque no darán cosecha apreciable servirán en el futuro para la obtención de sarmientos fructíferos. En el caso de variedades que poseen contrayemas fértiles (Semillón, Criolla Chica, Moscatel de Alejandría, Tempranillo) y además presenten buen vigor recomiendan podar los brotes helados sobre la contrayema, es decir realizando el corte a 2 o 3 centímetros de la inserción de éstos con el cargador. De esta manera se estimula el desarrollo de brotes a partir de dichas contrayemas. Los brotes helados de ninguna manera deben ser podados o desbrotados a mano ya que al realizar esto se producen graves daños sobre las contrayemas que serán las responsables de producir los nuevos brotes.
Otros son partidarios de no podar, ya que de todas maneras las yemas que no hayan sido dañadas por la helada brotarán y esto permitirá la recuperación de la planta. El tejido afectado se necrosa y muere, por lo tanto no genera ningún tipo de competencia ni inhibición en lo que respecta a la brotación de las yemas no afectadas. Ellos sostienen que lo mejor que debe hacerse ante esos casos es dejar que la planta se recupere por sí sola ayudándola con adecuadas labores culturales de deschuponado y desbrote, fertilización y riegos apropiados a fin de que pueda restablecer su equilibrio y reacumulación de reservas para obtener buena madera de poda y, de ser posible, una pequeña cosecha.

¿Q u é H a c e r ?

PODA: No podar, la respuesta de la planta dañada será la brotación de sus yemas no afectadas, no obstante se haya efectuado o no la poda. Las intervenciones de poda serían factibles únicamente en casos extremos y puntuales de plantas poco vigorosas gravemente afectadas, con brotes bastante desarrollados e incluso con inflorescencias y cuyo porcentaje de daños se encuentre cercano al 100%. En este caso como el vigor y reservas de estas plantas no son suficientes para garantizar un adecuado rebrote, es factible realizar inmediatamente una leve intervención de poda a fin de reducir el número de yemas y poder obtener brotes fuertes y bien desarrollados que provean buena madera de poda para el siguiente año.

DESBROTE: Es importante desbrotar y deschuponar cuidadosamente para poder conseguir madera apropiada para la poda siguiente y de ser posible recolectar algo de uva.

FERTILIZACIÓN: De no haberse realizado previamente una fertilización, incorporar fertilizantes nitrogenados como urea, nitrato de amonio o sulfato de amonio para estimular el buen crecimiento y desarrollo de los nuevos brotes.
 
 
Autores: Ing. Agr. Gustavo Aliquó, Ing. Agr. Analía Díaz Bruno Estación Experimental Agropecuaria Mendoza -INTA- San Martín 3853, Luján de Cuyo (CP 5507), Tel.: 261 4963020 int: 222

Bibliografia: ALIQUÓ, G; CATANIA, A; AGUADO, G. 2008. La Poda de la Vid. INTA EEA Mendoza. 34 p. CROCE, F. 1936. Poda de los Viñedos Helados. Boletín Agrícola IV (9-10): 3-36. FERRARO OLMOS, R. 1983. Viticultura Moderna. Volumen 1, Hemisferio Sur, Uruguay. LUMELLI, J. 1968. Poda de Viñedos Afectados por Heladas Tardías. Primer Congreso Nacional Vitivinícola. Comisión 1, Nº 52-80. ZULUAGA, P y JULCH, J. 1947. Tratamiento de Viñedos Helados. Boletín Informativo del Instituto de Investigaciones Económicas y Tecnológicas de la provincia de Mendoza. Mayo 1947, p 3-19. ZULUAGA, P y JULCH, J. 1950. Ensayos de Hábitos de Fructificación de Variedades Viníferas en Relación a la Defensa Contra las Heladas. Boletín Informativo del Instituto de Investigaciones Económicas y Tecnológicas de la provincia de Mendoza, Vol II – Nº 2: 3-30.

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